Vecinos de la localidad gaditana graban al magrebí al que se le acusa de matar a un sacristán y herir de gravedad a un cura

Tranquilo y sin ninguna prisa. Eso sí, armado con un machete que no escondía en ningún momento. Así iba por la calle el presunto autor de
la muerte de un sacristán en Algeciras tras infringir heridas graves a un cura durante incursión en dos iglesias. La Audiencia Nacional investiga a Yassine Kanjaa, de 25 años de origen magrebí y sin antecedentes penales, como responsable de un ataque yihadista.

El sangriento recorrido de Kanjaa comenzó a las 18:30 horas en la capilla de San Isidro distante apenas a tres minutos a pie de la iglesia de La Palma. Allí, irrumpió en el pequeño templo, pero, en esta primera ocasión, desarmado. Comenzó a discutir con los escasos feligreses que allí había a los que conminó a seguir el Islam.

Tras esa acalorada discusión, Kanjaa regresó media hora después, ya sí armado con un machete de grandes dimensiones y una calavera adornándolo, dando golpes a las imágenes sagradas con el arma y se enfrentó al párroco Rodríguez, un salesiano jubilado, cuando éste intentaba echarle del templo. Al final, acabó apuñalándole en el cuello durante la refriega.

El marroquí desde allí se marchó directamente a la iglesia de La Palma, donde llegó sobre las 19:00 horas. El hombre, vestido con una chilaba debajo de la cual llevaba un chandal, entró al grito de ‘Alá es grande’ en el templo cuando estaba finalizando la eucaristía. Recorrió la iglesia tirando al suelo con el machete todo lo que se encontraba a su paso: imágenes, cruces y velas… Luego, subió al altar mayor del templo.

En ese momento el sacristán Valencia se le acercó para pedirle que abandonara la iglesia. El sospechoso se negó y le increpó. Cuando el magrebí salía por la sacristía volvió a amenazar a dos mujeres. De nuevo, el fallecido le instó a marcharse, momento en el que el asesino comenzó a perseguirle. Finalmente dio alcance al religioso en la cercana Plaza Alta. Tras caer el cura, el agresor le apuñaló en el abdomen, al tiempo que le hería con el arma también en la cabeza. Luego continuó golpeándole la cabeza hasta que el religioso quedó totalmente inmóvil, según los testigos presenciales.

Tras el asesinato del sacristán al menos tres transeúntes resultaron heridos por cortes al tratar de detenerle. En el forcejo, el marroquí perdió un rosario islámico (masbaha) que llevaba. Finalmente fue la policía local de Algeciras la que logró reducir al individuo.

Enlace de origen : Andando sin prisas y machete en mano tras agredir a los religiosos