Los vecinos del bloque se han encontrado con un acceso practicado en su portal. / luis calabor

El dueño del local, que quiere convertirlo en una vivienda, ya mantenía un conflicto con el resto de propietarios

El ruido de los fuertes martillazos despertó este jueves a varios vecinos del bloque número 5 de la calle Falla, en Barakaldo. Eran las nueve de la mañana. Cuando bajaron alarmados al portal para averiguar su origen, se encontraron con unos grupo de operarios que estaban abriendo con aparente normalidad un gran agujero hacia una lonja anexa. Nadie de la comunidad sabía quiénes eran. Nadie había encargado ninguna obra.

Su sorpresa se transformó en enfado cuando comprendieron lo que estaba pasando. El pasado mes de mayo la comunidad de propietarios había recibido una solicitud del dueño del local para acondicionar una puerta. Quería reconvertir el inmueble a pie de calle en una vivienda y quería que el acceso fuera por el portal del edificio. Los propietarios lo valoraron y decidieron que no. Nada de permisos. Si quería llevar a cabo del proyecto, la entrada debería ser por su tramo de fachada. «El dueño de la lonja ya estuvo en la reunión en la que le denegamos el consentimiento para hacer la puerta», explica perpleja una de las afectadas, Maite Rodríguez, junto al acceso habilitado en su portal.

Los trabajadores dejaron instalada una tabla de madera a modo de puerta, que este viernes aún era visible en medio del portal. La vecina reconocía que el hombre ya tiene tramitados los permisos municipales para transformar la lonja en vivienda, si bien los trabajos todavía no habrían comenzado. «Lo que ha hecho ha sido empezar la casa por el tejado», se dolía la mujer, quien insistía en que los vecinos no habían concedido permiso alguno y que el hombre no les había avisado de sus intenciones. De hecho, los residentes del bloque ultiman ahora una denuncia para llevar el caso ante los jueces.

Guardia vecinal

La cuestión es que no será el único asunto por el que ambas partes –vecinos por un lado y propietario de la lonja por otro– se verán las caras en un juzgado. La propia Rodríguez es una de las personas llamadas a declarar en diciembre en el juicio que la comunidad de vecinos ya tiene planteado contra el dueño del local por su negativa a aprobar un proyecto de reforma del portal. Los residentes quieren eliminar unos molestos escalones que ahora complican la vida a las personas del bloque con discapacidad o con movilidad reducida. «Es que encima han abierto el boquete de la puerta a una altura que dejaría de tener sentido si hacemos esa obra», añadió Óscar Alonso, otros de los residentes.

La Policía Local acudió el jueves alertada por los vecinos. Una patrulla se presentó en el edificio a las diez de la mañana. Los agentes, sin embargo, ordenaron a los propietarios que permitieran a los trabajadores continuar con la obra al disponer el responsable del permiso municipal para acondicionar el piso. «Pero es que aquí no ha habido nunca una puerta y él no tenía nuestro permiso para hacerla», insistió Alonso.

Este viernes, los vecinos del bloque, que cuenta con 21 viviendas, optaron por montar guardia desde las ocho de la mañana, en previsión de que regresaran los trabajadores para continuar con la obra. «Por el momento no ha venido nadie», reconocía Rodríguez a mediodía. Cerca del ‘butrón’ realizado en el portal se ubica otra puerta que da a un cuarto en el que guardan los productos de limpieza.

Enlace de origen : 'La que se avecina', versión Barakaldo: un vecino abre sin permiso una puerta a su lonja desde el portal