Las internacionales españolas insisten en su no a la Federación. En un comunicado oficial publicado en las redes sociales insiten en que «no les pueden exigir acudir» a la llamada de la seleccionadora, una vez que la «convocatoria no se ha realizado en tiempo y forma».
Durante gran parte de la tarde han estado reunidas para valorar la primera lista de Montse Tomé, que ha incluido en ella a 15 campeonas del mundo y a Mapi León y Patri Guijarro, que se negaron a ir incluso al Mundial de Australia y Nueva Zelanda.
Las jugadoras, sorprendidas porque Tomé diera una lista de convocadas sin contar con su visto bueno, han decidico no garantizar su retorno y «estudiaremos las consecuencias legales a las que nos expone la decisión de la RFEF y tomaremos la mejor decisión para nuestro fútbol y nuestra salud».
La entrenadora, anteriormente,. había apelado a la «profesionalidad» de las futbolistas y a «iniciar un nuevo tiempo» cuando se le ha cuestionado si tenía el visto bueno de ellas para llamarlas.
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Las jugadoras rebeldes entienden que la Federación les ha lanzado un órdago con la lista porque una vez publicada se exponen a duras sanciones si renuncian a la selección. El castigo podría ir desde los dos a los quince años sin licencia federativa.
Las futbolistas analizan con abogados qué pasos dar y alguno de ellos intenta consultar a la UEFA para ver si la convocatoria de la Federación ha cumplido con todos los trámites reglamentarios, según El Mundo. Las normas indican que hay que enviar una prelista la organizadora del torneo y a los clubes. Las palabras de Tomé admitiendo que ha elaborado la suya en las últimas horas parecen apuntar a que no se ha cumplido este requisito.
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