Según la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), en 2022 el comercio electrónico superó en España los 72.000 millones de euros, cifra que supone nada menos que un 25% más que el año anterior. Una tendencia que evidencia la importancia que tiene para las empresas adaptar su estrategia de ventas a los canales digitales. Canales, en plural, porque ya no basta con tener nuestra propia tienda ‘online’ y estar además en Amazon. Ahora el cliente también puede llegar a través de las aplicaciones de mensajería instantánea o las redes sociales, y eso por no hablar de toda la competencia que le ha salido a Bezos. Desde las plataformas directamente nacidas en internet, como Aliexpress, Shein o Temu, a las creadas por empresas de la distribución clásica, desde El Corte Inglés a La Casa del Libro pasando por H&M, que a cambio de una comisión ceden espacio en sus tiendas ‘online’ a otros vendedores.
Eqidata
La posibilidad de colocar nuestros productos en tantos escaparates de forma simultánea puede parecer una ventaja, pero solo se rentabiliza de verdad si tenemos capacidad para gestionar la inmensa cantidad de información que genera nuestra propia actividad comercial en estas plataformas. ¿Cómo saber, por ejemplo, qué perfil de consumidor nos interesa más fidelizar? o ¿qué tipo de campaña funciona mejor? si no disponemos de los datos de todos los portales actualizados y estandarizados
«Más caro y más complejo»
«El comercio electrónico y el marketing digital son hoy imprescindibles para las ventas de cualquier empresa, pero cada vez resultan más caros y más complicados, hasta el punto de que hay compañías que pierden dinero en algunos canales pero están obligadas a seguir en ellos porque es dónde se genera el tráfico. Entre gastos operativos y logísticos, Amazon, por ejemplo, te puede llegar a cobrar el 55% del precio de venta de tu producto, de modo que los vendedores no pueden prescindir de su plataforma pero tampoco pueden vivir solo de lo que venden en ella, así que tienen que tener presencia a la vez en distintas webs: unas generalistas, otras verticales, algunas regionales y otras internacionales. Para una empresa mediana, que puede llegar a vender por 30 plataformas distintas, saber dónde pone su dinero, dónde tiene que gastar más o menos en marketing, es fundamental», explica Julio López, fundador de Eqidata, ‘startup’ de origen chino que entre otras marcas españolas ya facilita la gestión de las ventas digitales en los mercados asiáticos a Zara, Isdin o Lladró en China.
La firma ha creado un ‘software’ que recopila todos los registros, independientemente del canal de venta del que procedan, y los estandariza para que sean legibles con un esfuerzo infinitamente menor que si se consultara cada información en su fuente original. «De hecho, las plataformas ni siquiera facilitan a los propios vendedores toda la información que genera su actividad. Nosotros la logramos porque firmamos acuerdos con ellas y porque nos auditan para saber exactamente qué uso hacemos de esos datos», explica López.
Nacida en China
«Allí, en lo relacionado con el comercio electrónico, van cinco años por delante del resto del mundo»
«Una vez entregados los permisos firmados por el cliente que nos piden las plataformas, cualquier empresa puede tener en una semana un panel de control que aúne en tiempo real todos los datos de sus tiendas -tanto los de su propio comercio digital como los de las redes sociales o los ‘marketplaces’ donde tenga presencia- y permita su monitorización y análisis para saber en cada momento qué está funcionando y qué no y lograr así que el gasto que supone estar en las plataformas y promocionarse proporcione el retorno adecuado», subraya. Además, gracias a la Inteligencia Artificial, el ‘software’ también puede, por ejemplo, detectar en tiempo real tendencias de consumo que a una persona se le pasarían por alto en sus primeros compases.
De momento, la herramienta ya controla los ‘marketplaces’ asentados en Asia, aunque separando los de origen chino de los del resto del continente. «Nos movemos por ecosistemas y China, en todo lo relacionado con el comercio electrónico va tecnológicamente cinco años por delante del resto del mundo», explica López.
Mercado asiático
Lo sabe bien porque, de hecho, es allí donde él y su socio -Germán Torrado, cofundador de Arrakis, uno de los primeros proveedores de servicios ‘online’ de España- comprobaron en 2018 las dificultades que las empresas occidentales tenían desde sus países de origen para hacer un seguimiento efectivo de la ventas en aquel mercado. Intuyeron que, «al margen de las peculiaridades del ecosistema chino», la entrada en el juego de las redes sociales que allí ya era una realidad complicaría aún más el seguimiento de los datos en cualquier mercado. «De ahí que pensáramos en crear una herramienta que aportara más valor cuanto más compleja fuera la red comercial de un negocio», señala.
Eqidata, que el año pasado facturó 1,3 millones de euros, busca ahora una financiación de dos «para convertir su ‘software’ en una herramienta global que abarque los ‘marketplaces’ de todo el mundo e incorporar más Inteligencia Artificial para poder hacer predicciones y recomendaciones de manera automática», explica su fundador. Para lograrlo participará los días 17 y 18 de octubre en B-Venture, el evento de ‘startups’ organizado por EL CORREO que este año celebra su octava edición con el patrocinio del Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno vasco, la agencia de desarrollo SPRI, la Diputación foral de Bizkaia y el Ayuntamiento de Bilbao, así como con la colaboración de BStartup de Banco Sabadell, BBVA Spark, BBK, Laboral Kutxa, CaixaBank y la Universidad de Deusto.
Información sobre la competencia
Además de recopilar todos los datos generados por el propio negocio, el ‘software’ de Eqidata ofrece información «parcial y pública» sobre los competidores. Es lo que se denomina inteligencia de mercado. Es decir, un análisis de las acciones que realizan los competidores directos para aprender tanto de los errores y aciertos propios como de los ajenos.
«Hablamos de conocer su estrategia, no de espiarles ni mirar sus precios a diario. Se trata de saber, por ejemplo, qué promociones lanzan, cuándo lo hacen y con qué campañas de marketing las acompañan», matiza su cofundador, Julio López.
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