Brahim Díaz tiró del Real Madrid en el debut copero del vigente campeón, que evitó un sofocón y cumplió con los pronósticos en un día de Reyes inolvidable para la pequeña localidad de Aranda de Duero. Su equipo, la modesta Arandina, puede sentirse orgulloso de haber caído con las botas puestas, pues le sostuvo el duelo al gigante durante casi una hora y solo cedió frente al buen hacer de Brahim Díaz, decisivo siendo objeto del penalti con el que Joselu abrió el marcador y rubricando el gol con el que a continuación encarriló el partido.

El conjunto burgalés, colista en su grupo de Segunda Federación, vivía una noche soñada para una población de poco más de 30.000 habitantes. Casi un tercio se daba cita en El Montecillo, remozado para la ocasión. Como era de esperar, el Madrid, con los canteranos Vinicius Tobías, Álvaro Carrillo y Nico Paz en el once, monopolizó el dominio del partido con el balón en su poder.

Se trataba de hallar la fisura en el entramado defensivo de la Arandina y reducir así el ímpetu del modesto vestido de etiqueta. El joven Arda Güler, que debutó al fin después de un calvario con las lesiones en esta primera mitad de temporada, dejó pronto detalles de su calidad.

Arandina

Adrián Álvarez, Deiby, Pesca, Jaime Márquez, Santa (Carmelo, min. 71), Átomo, Vitolo (Fer Bajo, min. 77), Haji, Zazu (Jorge Rodríguez, min. 71), Ayoub (Kevin Manzano, min. 60) y Frodo (Cabral, min. 60).

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Real Madrid

Kepa, Tobías (Álvaro Rodríguez, min. 80), Carrillo, Nacho, Fran García, Ceballos, Camavinga (Valverde, min. 59), Nico Paz (Mario Martín, min. 70), Arda Güler (Rodrygo, min. 59), Joselu y Brahim Díaz.

  • Goles:
    0-1: min. 54, Joselu, de penalti. 0-2: min. 55, Brahim Díaz. 0-3: min. 91, Rodrygo. 1-3: min. 93, Nacho, en propia puerta.

  • Árbitro:
    García Verdura (Catalán). Amonestó a Pesca, Cabral y Jorge Rodríguez.

  • Incidencias:
    Partido de dieciseisavos de final de la Copa del Rey disputado en El Montecillo ante 9.500 espectadores.

Seria versión del Madrid, aplicado en la presión tras pérdida a pesar de su abrumadora superioridad sobre el papel. El campeón de Copa fue haciendo méritos, con un disparo lejano de Camavinga y el remate de Güler repelido por Adrián Álvarez, un anticipo del lanzamiento de falta del turco al poste. Interesante puesta en escena del exjugador del Fenerbahçe, de lo mejor de un equipo blanco de más a menos en la primera parte.

Impreciso el conjunto de Ancelotti en la zona de tres cuartos, donde Ceballos estaba llamado a ser el desatascador. Tanto se fue durmiendo el defensor del título, sin más ocasiones antes del descanso que un disparo de Joselu al lateral de la red y un testarazo alto de Nico Paz, que la Arandina incluso se atrevió en alguna incursión aislada, suficiente para levantar al público al grito del «sí se puede».

El momento decisivo

La igualada al descanso advertía al Madrid, con 45 minutos para evitar un sofocón en la Copa a las primeras de cambio. Brahim, manos a la obra, cruzó demasiado ante la puerta rival y poco después se desquitó forzando el penalti con el que Joselu calmó los nervios del campeón. Fue abrir la lata y desatarse el Madrid, que sin solución de continuidad encarriló el pase con el derechazo de Brahim a la red.

La doble ventaja le vino de perlas a Ancelotti para dar descanso a Camavinga y Güler, el primero recién recuperado de una lesión de rodilla y el segundo en su estreno esta temporada. Con el pase a la siguiente ronda encarrilado, el Madrid dosificó esfuerzos con la mente puesta en la Supercopa de España de la próxima semana, que le depara un derbi madrileño para abrir boca y quién sabe si el segundo clásico de la temporada en una hipotética final.

Entraron dos mirlos blancos más, el centrocampista Mario Martín y el delantero Álvaro Rodríguez, que tras una irrupción muy destacable el pasado curso perdió protagonismo entre los canteranos del Madrid. En el tramo final, con todo resuelto, bajaron las pulsaciones del duelo, que no obstante dejó una bonita traca final con el tercer tanto madridista, obra de Rodrygo, y el deseado gol local, al alimón entre Cabral y Nacho, que la introdujo en su propia puerta para endulzar una jornada de Reyes para el recuerdo en Aranda de Duero.

Enlace de origen : Brahim evita un sofoco al campeón