Jóvenes de botellón en Jardines de Albia

Los vecinos se sienten ninguneados por el Ayuntamiento, que dice hacer esfuerzos por contener el incivismo duplicando las sanciones

Luis López

En la asociación vecinal Uribitarte Anaitasuna se quedaron atónicos cuando recibieron la respuesta del Ayuntamiento a su proposición de que tomase medidas para preservar su derecho al descanso frente al ocio nocturno. Lo que querían era que la administración cumpliese con su obligación de evitar botellones, práctica prohibida. También que garantizase el tránsito por las aceras en calles saturadas de bares. Y que limitase el horario en el que se pueden sacar bebidas de los establecimientos hosteleros a la calle (ahora es posible hacerlo hasta las 23.00). La respuesta municipal fue: «El pleno del Ayuntamiento de Bilbao insta al equipo de gobierno a hacer un uso racional de los medios necesarios para el cumplimiento de la Ordenanza de Espacio Público». Y salió adelante con los únicos votos de los partidos de gobierno, PNV y PSE.

«No entendemos qué se pretende con esta enmienda», se sorprendía el representante vecinal que ayer fue al pleno, Gonzalo García, poco habituado a la inanidad de las respuestas municipales que sustituyen a un ‘no’. «No podemos transitar por las aceras, no podemos dormir por las noches…». También le recordó al alcalde que el Defensor del Pueblo, a instancias de la asociación vecinal, había pedido explicaciones al Ayuntamiento sobre qué estaba haciendo para preservar la paz, como es su competencia, y no había recibido respuesta en condiciones, lo que había afeado oficialmente y por escrito al equipo de gobierno.

Asier Abaunza, concejal de Planificación Urbana, reveló que en el último año se habían duplicado las multas por botellón en Abando, hasta las 361; en Indautxu hubo 241. Y en ambos barrios se impusieron 123 sanciones a locales hosteleros por incumplir horarios, pasarse con el ruido o permitir el consumo en el exterior fuera de horas. Aburto pidió a los vecinos que valoren ese esfuerzo y los despliegues policiales de los fines de semana. El vecino, Gonzalo García, decepcionado, recordó que hay ciudades donde no solo está limitado, sino prohibido, el consumo en el exterior de los locales. «Por ejemplo, Madrid y Barcelona, y no son sitios muertos y sin ocio».

Enlace de origen : El aumento de multas no aplaca el problema del ruido nocturno en Abando